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Reciclaje del solvente versus oxidación térmica.

En la industria que requiere el uso de algún tipo de disolvente para su proceso productivo surge un gran dilema a la hora de decidir cómo disponer del subproducto que se genera, es decir el solvente contaminado. Dentro de esta decisión hay dos cosas a considerar: una es la afectación al medio ambiente y la otra es el costo que produce disponer el subproducto.

Si éste termina considerándose como un residuo puede tomar el rumbo del confinamiento o de la oxidación térmica. Por otro lado si el subproducto se considera como materia prima, pasará por un proceso de recuperación, es decir un proceso de destilación, que lo reincorpora a la cadena productiva y le saca el mayor provecho posible.

Los disolventes sucios generados de los procesos químicos pueden ser oxidados con el objetivo de disminuir su toxicidad y destruirlos evitando la contaminación con compuestos orgánicos. Para lo cual se someten a un proceso como se describe a continuación.

RCCNOCl + O2 + calor → CO2 + H2O + N2 + NOX + SOX + HCl + calor intenso.

 Este proceso utiliza quemadores o incineradores convencionales de combustible. Los desechos sólidos o líquidos que se pueden emplear requieren tener bajo contenido de agua y alto poder calorífico. Éstas características deben cumplirse para que al quemarse exista la energía suficiente que este proceso requiere.

Las mayores desventajas que este proceso tiene son el costo del proceso y la mala percepción pública hacia él, ya que se sabe que una gran cantidad de contaminantes atmosféricos se generan cuando los equipos o el proceso en sí no funciona adecuada y completamente. Los incineradores operan más eficientemente cuando están diseñados para oxidar un desecho en específico o con las mismas características. Los incineradores no son eficientes al quemar una mezcla de diferentes corrientes de desechos.

Como alternativa a la oxidación térmica también existe la recuperación de solventes contaminados. Éste método puede realizarse mediante la destilación fraccionada del material posterior a un tratamiento especial. El producto de la destilación es el solvente limpio que se puede reutilizar en un proceso productivo con una calidad igual o similar al solvente nuevo. Además este proceso de recuperación genera una cantidad mucho menor de residuos para disponer apropiadamente o para someter a la oxidación térmica, lo cual hace de esta alternativa una opción más responsable con el medio ambiente.

Last modified on Jueves, 12 Enero 2017 18:33